NOS QUEDA EL POETA
Recientemente nos ha dejado IGNACIO CAPARRÓS VALDERRAMA, compañero, amigo y poeta. Laureado y reconocido, nunca quiso dejar su pasión por la poesía al margen de las aulas que habitó como una segunda piel durante más de treinta años. Por eso visitó el IES Portada Alta al amparo de nuestra SEMANA LITERARIA anual hasta en cuatro ocasiones. La primera vez la calidad y la calidez de sus versos nos embargó. "El Cuerpo del Delito" dejó a la audiencia adolescente con suspiros de cuerpos robados, cuerpos ajenos y deseos propios. Por eso le pedimos que volviese y nunca nos falló.
Conocí a Ignacio allá por 1989. Desde entonces coincidimos en premios literarios, publicaciones y aulas. Disfruté de su obra y compartimos momentos fugaces e intensos. En algunas ocasiones invadí su templo de tardes y poemas en la cafetería Flor del Paseo de Reding, en donde pasó cada tarde durante décadas, garabateando versos entre el humo y el rugir monótono del gentío que le abrazaba el alma. En silencio. Siempre lo recordaré en la mesa de la esquina, al fondo, entre la tragaperras de luces incendiarias y la barra llena de botellines vacíos. Lo recordaré con la pluma dudosa sobre el cuaderno, la vista ausente, perdida hacia la ventana que da a la calle Cervantes y la Malagueta.
Ahora lloramos al amigo pero nos queda el consuelo del poeta.
Mario Castillo